El contacto con la superficie de la tierra equilibra los sistemas biológicos.
Te relaja
La activación del sistema nervioso parasimpático reduce los síntomas de ansiedad, las frecuencias cardíacas y respiratoria, la tensión arterial y la secreción de las hormonas estresantes adrenalina y cortisol.
Desinflama
Los electrones que proceden del suelo reducen la inflamación y la oxidación, y con ello, el dolor y los daños sobre las células.
Proporciona energía
Está demostrado que reduce la concentración de glucosa en sangre y orina, estabiliza los niveles de hierro, regula la homeostasis del calcio fósforo [Metabolismo del calcio - Wikipedia, la enciclopedia libre] y favorece la obtención de energía.
Te protege
Evita los efectos negativos de los campos electromagnéticos sobre el organismo.
Sincroniza tus ritmos
Contribuye a que los ritmos del cuerpo estén armonizados con la noche y el día. Mejora tanto el sueño por la noche como la sensación de vitalidad durante el día.