Los científicos utilizaron una IA similar a ChatGPT para descodificar pasivamente los pensamientos humanos con una precisión de hasta el 82%, un nivel de exactitud asombrosamente alto.
El avance allana el camino para posibles aplicaciones en neurociencia, comunicación e interfaces hombre-máquina.
Este avance suscita preocupación por la privacidad mental y pone de relieve la necesidad de políticas que protejan a las personas de posibles usos indebidos a medida que avanza esta tecnología.
El modelo GPT generó secuencias de palabras inteligibles a partir de habla percibida, habla imaginada e incluso vídeos mudos con una precisión notable:
-
Habla percibida (los sujetos escucharon una grabación): 72-82% de precisión de descodificación.
-
Habla imaginada (los sujetos narraron mentalmente una historia de un minuto): 41-74% de precisión.
-
Películas mudas (los sujetos vieron clips de películas de Pixar sin sonido): 21-45% de precisión en la descodificación de la interpretación de la película por parte del sujeto.
“Es fundamental concienciar sobre los riesgos de la tecnología de descodificación cerebral y promulgar políticas que protejan la intimidad mental de cada persona”.
Link al paper (estudio científico)